Lapacho Rosado





"El lapacho es un adaptógeno auténtico, incluso es un eficiente antioxidante. Además tiene acción antibacteriana, antiviral, antiinflamatoria, antifunguicida y laxante", afirma Hugo Golberg, Vicepresidente de la Asociación Argentina de Fitomedicina.

En Alemania, Italia, Francia y Brasil - donde grupos científicos siguen estudiando sus propiedades - el interés científico está centrado en dos temas: el cáncer y el SIDA. Sobre esto, Golberg explica que "hay muchos trabajos de investigación científica hechos sobre la actividad anticancerígena del lapacho; y la actividad contra el HIV".

Para la fitomedicina, el lapacho es un árbol de tipo adpatógeno, es decir, adapta el organismo a situaciones externas y en consecuencia aumenta el rendimiento físico, intelectual y la reacción del sistema inmunológico.

El adaptógeno más famoso es el ginseng. Otro ejemplo regional es la planta de coca. Mediante el coqueo (masticar hojas de la planta) la gente que vive en zonas de gran altura obtiene la energía para subsistir en condiciones climáticas muy adversas.

Gracias a su principio activo, el lapacho es un "adaptógeno auténtico y se usa en caso de baja inmunidad, debilidad, falta de energía y desequilibrios psicofísico en general", dice Golberg.

El principio activo de una planta medicinal, también llamado fitocomplejo, resulta del conjunto de propiedades tomadas en su totalidad. Y justamente esta calidad de adaptógeno es lo que también cataloga al lapacho como un buen tónico y estimulante.

El lapacho también inhibe la formación de radicales libres. Analizado más específicamente, las investigaciones indican que "actúa como antioxidante por la coenzima Q10 y los flavonoides que contiene", aclara Golberg. Y es justamente gracias a esta coenzima que se lo incluye en las cremas cosméticas para combatir las arrugas del cutis.

En cambio, las propiedades anticancerígenas del árbol se deben a su principio activo llamado lapachol. En los años 60, comenzaron las primeras investigaciones y se sigue estudiando los efectos del lapachol puro sobre tumores ya que en animales demostraron una habilidad de encoger los tumores, reducir el dolor causado por ellos, e incluso remisiones completas.

Golberg además explica que "se están haciendo investigaciones respecto de su actividad contra el virus del Sida (HIV)". Y aclara que tanto sobre tumores como sobre el virus del Sida, los estudios "están muy avanzados pero todavía no hay resultados concluyentes".

La botánica especifica que el lapacho pertenece a la familia de las Bignonáceas y es del género de la Tabebuia y tiene muchas variedades. Las especies que utiliza la fitomedicina son la heptaphylla, la impetiginosa y la avellanedae, ya que el resto no tienen suficiente cantidad de principios activos.

Para uso medicinal, se utiliza la parte interna de la corteza del lapacho. Y se comercializa en forma de pastillas, jarabe, gotas o tinturas. También se vende la corteza para elaborar infusiones. Para que el té sea curativo se debe hervir 30 grs. durante diez minutos, dejar reposar, colar y tomar tres o cuatro veces al día.

Sin embargo, Golberg advierte que "el extracto permite tener una valorización de principios activos mientras que el té no se puede valorizar. En el extracto, el lapachol y la lapachona que son los principios activos más importantes, están valorizados, estandarizados y cuantificados y permiten lograr el efecto buscado durante el tratamiento".

Las principales y comprobadas virtudes del lapacho están en su acción como analgésico, antioxidante, antiviral, antiinflamatoria, antibacteriana, antifunguicida y laxante.

Por eso, se lo prescribe en los tratamientos de fiebre, infecciones, resfríos, gripes, problemas respiratorios, úlceras de la piel, alergias, soriasis, sífilis, problemas gastrointestinales, artritis, reuma y trastornos de circulación.

Además, "también tiene una leve acción antidiabética; y tiene buenos resultados en el tratamiento de anemias porque facilita la formación de glóbulos rojos", agrega Golberg.

En general, el lapacho es bien tolerado aunque se recomienda tomarlo bajo prescripción médica, en la dosis y períodos de tiempo adecuados. Por otra parte, en forma de infusión debe consumirse en períodos breves.

Sin embargo, está contraindicado durante el embarazo para evitar el peligro del aborto y en pacientes que están tomando medicación anticoagulante porque los principios activos del lapacho tienen una actividad similar a la vitamina K, que es un anticoagulante.

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