habíamos quedado en vernos





Esa tarde habían llegado las manos desde China. Las abrí, desarmé los dedos y chupé los huesos.
¿Es esto a lo que llaman "sobredosis", a esta sobreexpocisión de la mente?,
me busqué en el caos y toqué mil dedos pero sentí sólo diez,
eso eras vos,
te conocí y como un premio estuve en tus manos ,¡las tuve en mi, a las tuyas!
entregadas por estas, chinas, chiquititas,delicadas, jugosas...
Me quedé pensando :
Budha estaba equivocado, yo no era el todo,
era más bien todos los nadies.

Te fuí a buscar para contarte y no me abriste la puerta,
si la realidad se incrustaba en el ojo, yo era la astilla de todos los dedos.







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